DEL OJO AL MERODEO
Desanudar de familia el ojo
al merodeo rechinando puerta cancel
adentro es este reclinarse
del silencio y bastidor.
Ojos de sueño que se vuelven
pacientemente envuelven la espesura
de otra noche en fuga
mientras una mano
ovillada de mujer la alarga.
En un ir y subir
apaisados de hebra
sobre el paño los colores
van perdiendo desnudez.
Como ya delineados del tapíz
anillándose desde lunas
encima alrededor el gesto
donde algún antiguo
bordar se anima.
Y tironea sin pausa
esta maraña de azulrotos
que murmuran por lo bajo
su enhebrado a otro amanacer.
-Silvia Palferro-
Dedicado a mi madre, Irma Perrone, quien bordó en tapíz la reproducción de esta obra.
Desanudar de familia el ojo
al merodeo rechinando puerta cancel
adentro es este reclinarse
del silencio y bastidor.
Ojos de sueño que se vuelven
pacientemente envuelven la espesura
de otra noche en fuga
mientras una mano
ovillada de mujer la alarga.
En un ir y subir
apaisados de hebra
sobre el paño los colores
van perdiendo desnudez.
Como ya delineados del tapíz
anillándose desde lunas
encima alrededor el gesto
donde algún antiguo
bordar se anima.
Y tironea sin pausa
esta maraña de azulrotos
que murmuran por lo bajo
su enhebrado a otro amanacer.
-Silvia Palferro-
Dedicado a mi madre, Irma Perrone, quien bordó en tapíz la reproducción de esta obra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario