Se llamaba José Luis Álvarez Fermosel, aunque era más conocido por ese título de "caballero español" que le había otorgado Rolando Hanglin. Anteayer, el periodista y escritor murió a los 74 años. Su esposa, Maite, y sus dos hijos, Juan Ignacio y María Soledad, sus familiares y amigos lo despidieron en el crematorio del cementerio de la Chacarita.
Fue amigo de la juventud del rey Juan Carlos. Aunque nació en España, vivió más de la mitad de su vida en Buenos Aires, a donde llegó persiguiendo un amor y terminó afincándose para siempre. Coqueto, elegante, filoso, cuando le preguntaban por sus años, respondía que tenía la edad del té. Fue Hanglin quien hace unos 20 años lo invitó a sumarse al programa de radio que tenía en Continental y a componer ese entrañable personaje de caballero, con humor de señorito y rimbombantes remates castizos.
"Fue un gran aportante al perfil del «macho posmo»", dice Rolando Hanglin, que lo recuerda como un exquisito del lenguaje, "un caballerazo" y una gran persona.
También fue vicedirector de la agencia EFE en la Argentina, trabajó en France Press y fue el número dos del diario Tiempos del Mundo, manejado por la secta Moon. En el último tiempo, luego de someterse a una operación, había dejado de hacer radio y sus columnas migraron a un blog. El jueves último, la niebla lo inspiró: "La ciudad estaba pálida, hoy. Una ciudad conocida y desconocida al mismo tiempo, como las ciudades de los sueños", escribió..
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